El recurso del método
Siglo XXI Editores
México, D.F. 1974
No es esta una lectura ligera. Como ocurre siempre al enfrentarse a
textos complejos (y “El recurso del método” lo es, tanto por su léxico como por
su sintaxis, por sus planteamientos narrativos y por sus referencias
contextuales) tendrá tal vez quien se adentre en esta novela que vencer ciertas
resistencias iniciales que, por otra parte, merece la pena superar. Carpentier
es un autor alambicado (recuérdese “Concierto barroco” o “El siglo de las luces”)
que guarda una impagable recompensa estética a los que pagan el precio del
esfuerzo que supone penetrar su obra.
Aunque el relato transcurre por el asunto de las dictaduras hispanoamericanas,
no lo hace en ningún país ni época concreta. El lugar puede ser muchos lugares
y el tiempo puede ser muchos tiempos. Se trata de un fresco sintético que,
basándose en una realidad histórica, construye una ficción muchos de cuyos
elementos, siendo rigurosamente ciertos, parecen sacados de un mundo surreal.
El protagonista, el Primer Magistrado, a ratos chusco y a ratos
terrible y cruel, cínico otras veces o de una sentimentalidad ridícula y vacía,
constituye un retrato amargamente sarcástico del estereotipo del tirano. Otros
personajes importantes, como el Doctor Peralta, la Mayorala u Ofelia,
contribuyen a darle relieve y situarlo. Otros muchos secundarios, antagonistas
tal El Estudiante o el Doctor Luis Leoncio Martínez o cómplices como el Coronel
Hoffmann, trazan el mural, la sinfonía llena de referencias (que si parecen
anacrónicas no lo son puesto que no puede haber anacronía donde no hay un eje
temporal definido) y de contrapuntos de un claro sabor musical al que
contribuye el cambio frecuente y heterodoxo no sólo de punto de vista narrativo
sino de narrador, sin pausa ni previo aviso.
Es, en suma, “El recurso del método” una selva textual cuya
enredada madeja nos guía por la peripecia de un dictador a caballo entre París,
ciudad en la que se da la gran vida, y algún sitio de la América Latina al que
tiene que regresar periódicamente obligado por algún pronunciamiento militar o
conato revolucionario que trata de apearlo del poder, acontecimiento cíclico
teñido de comicidad por los berrinches del mandatario.
Una magnífica novela en la que no faltan intriga, suspense y
sorpresa, presentes en episodios que no desvelaré al hipotético futuro lector.
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