Este blog, dedicado al comentario y la crítica de libros, quiere ser tanto un pequeño aporte en el desarrollo de la afición a la lectura como una especie de foro en el que las visitas intercambien opiniones entre sí y con el blogger acerca de las obras expuestas.

sábado, 25 de abril de 2015

La trama celeste, de Adolfo Bioy Casares




















Alianza Editorial
Madrid, 1999

Siendo muy joven, leí “La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares. Me fascinó. De ella dice Jorge Luis Borges: “He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta”. Perfecta es. Y el final, alucinante. Poco después, encontré otros libros de relatos suyos, como “Diario de la guerra del cerdo” o “El héroe de las mujeres”. Me decepcionaron y abandoné la lectura de este autor. Hace poco, casualmente (estaba perdido en el Campo de Agramante que constituye mi biblioteca), apareció un libro de relatos de Bioy, “La trama celeste”. Tal vez lo compró mi hijo.
Comencé a leerlo con recelo. No confiaba en ese autor que me entusiasmó con su fábula de una máquina que creaba sueños capaces de enamorar hasta atrapar y que luego me frustró con cuentos que me aburrían.
El libro que hoy comento está integrado por seis narraciones de extensión desigual pero hilvanadas por el maridaje entre lo que llamamos realidad y lo fantástico. Digamos, intentando explicarnos mejor, que lo maravilloso se encastra en el mundo cotidiano, de manera parecida a como ocurre con la narrativa de Borges, adquiriendo, lo que realza la ficción, unos visos de verosimilitud que hacen que los cuentos sean más inquietantes. Es cierto que el primero, “En memoria de Paulina”, culmina con la inesperada aparición de un fantasma. Sería de los más convencionales. “De los reyes futuros”, el segundo, mantiene la intriga hasta el final, planteando una situación perfectamente factible con matices, y nos recuerda (y aterroriza más que aquel) el relato de H.G. Wells, “La isla del doctor Moreau”. Pero, aunque en este resuenen tanto las teorías de la evolución darwiniana como los proyectos prometeicos de Frankenstein, los dos títulos en los que determinadas tesis científicas se hacen más presentes son “La trama celeste” (que da título al volumen) y “El otro laberinto”. En ambos, el telón de fondo lo constituyen muy discutidas y controvertidas conclusiones de la Física Cuántica. En el primero, la teoría de los infinitos mundos paralelos en el que cada uno de nosotros llevaría una existencia con variables. Es, desde el punto de vista literario, el mejor, a mi juicio: de texto hermosamente trabado y amena lectura, nos lleva de sorpresa en sorpresa. “El otro laberinto”, que se centra en el tema (también cuántico) de la simultaneidad del tiempo (es decir, su inexistencia), es eso: un farragoso laberinto fatigoso de descifrar, al igual que el último, “El perjurio de la nieve”.

No se trata de un libro redondo, por lo tanto. Pero sus numerosos aciertos hacen aconsejable su lectura.