EL LIBRO
INCOMPLETO DE LOS LOCOS
Enrique
Gallud Jardiel
Ápeiron
Ediciones
2022
Siempre he estado convencido de que el género
humorístico. injustamente considerado menor, es el más difícil y
meritorio en literatura. Entre mis primeras lecturas estuvieron Guareschi,
Woodhouse o el antepasado del escritor de este "El libro incompleto de los
locos". Es relativamente fácil emocionar, conmover estéticamente e incluso
hacer llorar al lector. Basta con un poco de sensibilidad, algo de técnica que
se adquiere con tiempo, lecturas y no demasiado esfuerzo. Y no plantearse
mucho la discutible utilidad de despertar estas pasiones tan poco
constructivas en nuestros semejantes. Para hacer reír y desvelar los aspectos
cómicos de la existencia hay que poseer cualidades especiales. Como resulta que
la vida no suele experimentarse como algo precisamente cómico, hay que tener
mucho ingenio, imaginación, inventiva. Y, sobre todo, hay que tener lo que
nuestros padres y abuelos denominaban con esa ya desusada expresión latina, vis
cómica. Todo esto, sumado a una extensa cultura, lo posee en abundancia el
autor del libro que aquí comento. Enrique Gallud Jardiel, nieto del genial
Enrique Jardiel Poncela, miembro de la conocida como "La otra generación
del 27", junto a Mihura, Edgar Neville, Tono o Gómez de la Serna, ha
heredado sobradamente de su abuelo, actualizándolas para la época actual, todas
esas cualidades a las que aludo más arriba.
Alternando la prosa y el verso, el autor nos
conduce en esta obra por las vidas de una serie de personajes, Ivan IV de
Rusia, Mesalina, Nerón, Jack el destripador, Wagner, Kafka, Calígula, El
Marqués de Sade, etc, que, aparte de haberse hecho famosos por sus aportaciones a la humanidad, o las barrabasadas perpetradas contra la misma, en cada una de sus diferentes actividades o en
paralelo a ellas, desde las matemáticas o la física a la filosofía o la
literatura, pasando por el arte o la política, han trascendido a la Historia
por su reputación de orates. A unos, los trata con amabilidad, incluso con
ternura. A otros, merecidamente, con una acidez que se queda corta como castigo
comparada con lo que tendrían que haber recibido en vida.
Mezclando hechos históricos con exageraciones o
distorsiones impregnadas de ironía, Enrique Gallud nos propone la lectura de un
texto escrito en un lenguaje sencillo (el más complejo de conseguir), sin pretensiones
retóricas que pudiesen liar al receptor y en una clave humorística crítica que
atiza a diestro y siniestro (entiéndase esto también en sus posibles acepciones
éticas e ideológicas), que asegura la sonrisa, al mismo tiempo que ilustra
divirtiendo, e incluso la franca carcajada, como, es sólo un ejemplo, en el
capítulo dedicado a Nicola Tesla, inteligente juego de palabras y equívocos que
a mí, literalmente, me ha hecho llorar de risa.
Una breve obra que no defraudará a nadie y que
nos adentra, sin tendenciosidades, en una visión cómica de esta serie de
polémicos personajes como sólo los grandes maestros del humor saben hacerlo.